En los primeros 10 metros de la inmersión, la gama de colores es muy amplia. A partir de ahí, debido a la falta de luz y visibilidad, algunas personas no pueden entrar, sólo pueden bucear y el mundo submarino es accesible para casi todos.
Las personas mayores de 12 a 90 años ya disfrutan de este deporte, y los niños menores de 8 años pueden probar con un instructor en los lugares donde hay riesgo de problemas.
Comience con un santuario o piscina poco profunda. La mayoría de las instituciones que enseñan a bucear ofrecen cursos que se diferencian por el uso de una linterna subacuática.
Al contrario de lo que mucha gente afirma, el buceo requiere un equipo complejo y se realiza en entornos desconocidos. Los cursos se realizan primero en un aula y luego en una piscina, mientras que los cursos de aguas abiertas se realizan en lugares exóticos con aguas cálidas y la creencia de que el mundo submarino no es silencioso.
Si te paras a escuchar cerca del arrecife, te darás cuenta de los sonidos que emiten los animales cuando se alimentan o para el cuerpo humano, lo que hace imprescindible un buen aprendizaje.
Al principio, la cantidad de información transparente, las bellas plumas y los peces de colores deberían disuadir o abrumarlo, pero una vez que comprenda la teoría, descubrirá que las prácticas basadas en significados similares pueden ser bastante fuertes cuando se trata de asustar a alguien, centro que olvida todo el miedo inicial.
Y cuando se acerque a una ballena o a un delfín, no sólo escuchará sus llamadas, silbidos y gemidos, sino que probablemente tendrá mucho en común con ellos.
Uno de los grandes atractivos del buceo es lo cerca que puedes estar de las vibraciones de las plantas y los animales y la precisión con la que puedes percibirlas.
